A pesar de la derrota, Kicillof fue el gran ganador de estas elecciones
A pesar de haber perdido dos bancas en la Cámara Baja, el mandatario provincial recuperó el control del Senado bonaerense y ahora podrá pelear sin desventajas ante Juntos en la Legislatura.
Tras un pronóstico que anunciaba una elección en donde obtendrían una derrota aplastante y humillante, el gobernador de la provincia de Buenos Aires pudo cumplir con su objetivo y dar por tierra con todas las oscuras profecías.
Es que, tras las PASO, Kicillof debió barajar y dar de nuevo y redefinir prioridades, por lo que centró su campaña en un punto fundamental: recuperar el control de la Cámara Alta bonaerense.
A priori, luego de las elecciones Primarias, el objetivo tenía más pinta de sueño que de meta alcanzable, pero en la votación del domingo el pueblo de la provincia de Buenos Aires le otorgó a su mandatario la posibilidad de terminar su mandato con la gobernabilidad garantizada.
Tener el control del recinto de las sillas carmesí no es un dato menor en cualquier administración provincial, ya que es allí donde se gestiona la aprobación de leyes claves como el Presupuesto, pero además pasan para su evaluación y posterior aprobación los cargos en el Banco Provincia y organismos de contralor, así como las designaciones de jueces, fiscales y de ministros de la Suprema Corte de Justicia.
Este último no es un dato menor, ya que el máximo organismo de Justicia bonaerense, que debería funcionar con 7 miembros, tiene en su actual conformación apenas 4, la mínima expresión con la que puede trabajar. Eso deja tres vacantes para designar, que claramente también son codiciadas por la oposición, pero que ahora ya no encontrará a Kicillof en una posición de desventaja a la hora de “negociarlas”.
La nueva distribución del Senado divide al recinto en mitades iguales de 23 bancas, pero el dato que no se puede dejar pasar es que por ley, y ante un empate en las votaciones, quien decide es la vicegobernadora, quien con voto doble podrá hacer valer la voluntad de quien ocupa el sillón de Dardo Rocha.
En Diputados, el panorama cambió y perdió dos bancas, pero aún la situación es manejable, sobre todo al no tener claro qué papel jugarán los tres legisladores que accedieron a una banca de la mano del partido que lidera José Luis Espert y que llevó a Carolina Piparo al Congreso de la Nación.
El tablero político bonaerense reacomodó sus fichas e incorporó a nuevos jugadores que podrán inclinar la balanza hacia uno u otro lado. A pesar de ello, Kicillof puede contabilizar como victoria una elección en la que, a pesar de no haber sido la opción más votada, pudo cumplir con un objetivo claro: recuperar el control del Senado y garantizar la gobernabilidad hasta 2023.